BENEFICIOS DE ADOPTAR UN GATO ADULTO
Los gatos son hogareños, se adaptan a su territorio. Un gato puede vivir muy feliz dentro de un piso. Debe tener un lugar para dormir tranquilo, arenero, rascador y unas repisas elevadas, que le permitan vigilar su territorio desde las alturas. El agua es algo muy importante, debe ser fresca.
Demuestran
su cariño de forma sutil, tierna y cuidadosa. No se muestran
ansiosos si les dedicas tiempo suficiente.
Ayuda
a combatir la soledad y el estrés de sus dueños al fomentar el
contacto físico, la comunicación provocando efectos relajantes.
Mejoran el humor. Puedes observarlos durante horas, tanto si duermen,
como si trastean por la casa jugando y corriendo de aquí para allá.
También es una delicia acariciarlos, sentir su calor sobre tu
cuerpo, a los pies de la cama. Además, son silenciosos, amorosos y
fieles.
Ayudan
a enseñarles a los más niños a ser responsables, permitiendo le
cuidar a otro ser, que necesita o depende de él.
Algunos
estudios han comprobado que convivir con ellos refuerza el sistema
inmunológico de los niños.
Un
chico que convive con un animal aprende a comunicarse en forma no
verbal y a confiar en su propio instinto.
Independientes.
En los gatos, los límites y la integración es muy sencilla, porque
tienden a conservar una distancia que los resguarda del contacto
extremo. Se reservan tiempo para ellos y resisten al “exceso de
cariño” cuando creen que es demasiado. Por eso, tener un gato es
también respetar sus espacios y costumbres felinas.
Gran
apoyo para personas mayores
Para
la gente mayor, el gato es un gran compañero, les beneficia física
y psicologicamente. Los obliga a salir de estados de ensimismamiento
en los que a veces se sumen los ancianos y centrar su atención, en
hacer algo que los hace sonreír.
Los
gatos contribuyen y fomentan las sensaciones positivas aportando paz
y bienestar.

En
la elección del sexo, no hay mucha diferencia entre hembras y
machos. “Si bien los machos suelen ser algo más impulsivos, se
recomienda la castración temprana en ambos sexos, por lo que las
influencias hormonales serían mínimas.
Consejos
Un
gato adulto requerirá menos esfuerzo de un dueño que no tiene el
tiempo o la energía para entretener a un gatito. Normalmente son
gatos amistosos y socializados a los que les encantaría formar parte
de una nueva familia.
Lo
primero que tendrás que mirar cuando vayas a adoptar un gato es su
personalidad. Deberás elegir uno con una personalidad que se adapte
a lo que buscas y a lo que puedes ofrecerle en tu hogar. El personal
de las protectoras conoce a cada gato y podrá orientarte sobre el
temperamento de cada uno. Ellos te dirán si el gato, si es activo o
sedentario, si es mimoso, cualquier gato estará más feliz en una
buena casa que en una protectora.
Pasar
algún tiempo a solas con el gato que vas a adoptar antes de
llevártelo a casa. Pregunta al personal de la protectora si hay
algún lugar tranquilo, donde puedas estar con él y comprobar un
rato cómo se comporta y cómo interactúa contigo.
En
el caso del felino, es muy importante la primera fase de convivencia,
todo será extraño y, tendrá miedo y desconfianza. Hay que ganarse
la familiaridad del gato hablando en voz normal o baja, con cariño y
manteniendo situaciones tranquilas. Así encontrará la confianza y
buscará vuestra compañía con mayor rapidez, una vez que haya
entrado en el hogar familiar.
Los
gatos mayores te agradecerán eternamente estar en tu hogar, cálido
y bien alimentado. Estarán felices al encontrar un nuevo hogar,
después de pasar muchos meses enjaulado en un refugio.
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