lunes, 3 de febrero de 2014

GATO ORIENTAL


La raza de gato oriental es natural del sudeste asiático, más precisamente de Siam (la actual Thailandia).
La raza de gato oriental es el resultado de una mutación de un gato siamés. La diferencia entre el siamés y el gato de raza oriental radica por un lado en que este último presenta marcas bien definidas con un color más oscuro en la nariz, las orejas, las patas y la cola; por el otro en el color de los ojos ya que en los siameses sólo es admitido el color azul.



El gato de raza oriental es de talla media y presenta una estructura corporal estilizada. Musculoso y al mismo tiempo elegante, largo, ágil y delicado. Sus huesos son finos y están cubiertos por una fuerte musculatura. Las patas son largas y delgadas proporcionadas con el resto del cuerpo. Debe tener cinco dedos en los miembros anteriores y cuatro en los posteriores. La cola del gato de raza oriental es larga, delgada y muy afilada.
La cabeza tiene una forma triangular de tamaño medio y proporcionada con el cuerpo. Las orejas son grandes, puntiagudas, anchas en la base y bien separadas. La nariz es recta y muy larga. Los ojos son almendrados y de tamaño medio. De color verde intenso en la mayoría de los casos (a veces se ven verde-amarillento) y azul en los gatos con el manto totalmente blanco.




El pelo del gato de raza oriental es muy corto, suave, fino y brillante. En cuanto al color del manto hay más de 20 colores reconocidos. Básicamente se dividen en 4 categorías: sólidos (color uniforme), bicolor (con blanco y cualquier otro color), sombreado (sombreados, ahumados, chinchillas), tabbys (atigrados). El color blanco total se llama foreign white, al negro se lo llama ebony y al marrón, chocolate o Chestnut.

Particularidades del comportamiento de la raza de gato oriental


Al igual que al siamés, con el cual comparte la misma personalidad activa, el gato de raza oriental se lo conoce por su temperamento. Se trata de un gato vivaz y muy curioso por lo que necesita de una adecuada estimulación para no aburrirse. Otras de las particularidades del comportamiento son su gran tendencia al juego y su comportamiento sociable, por lo que necesita mucha atención y no le agrada la soledad.