LA LLEGADA DEL GATITO A CASA.
Cuando
el gatito se separe de su mamá y sus hermanitos y del ambiente donde
nació, se encontrará quizás un poco triste o asustado.
Sea
paciente, acariciarlo y háblale con cariño.
La
capacidad de encariñarse con el amo, depende de lo que éste haga
para merecer ese cariño.
El
gatito va a crecer y que estará unos 15 años en nuestra casa y a
nuestro cuidado.
Si
queremos un animal tranquilo es mejor que nos decidamos por un tipo
Persa, que a veces incluso parecen un mueble más. Un Siamés sin
embargo tiene un carácter mucho más fuerte y son más activos.
Existe gran variedad de razas, cada una con un carácter muy
diferente, eso sin contar con los cruces, en los que no se puede
predecir qué carácter sacarán.
El
periodo de socialización de los gatos va de la segunda a la séptima
semana de vida, por eso es importante que durante este periodo de su
vida haya estado en contacto con humanos y se haya socializado lo más
posible.
¿Qué
cuidados necesita
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Una
vez en casa el gatito hay que saber qué necesidades va a tener
nuestro cachorro. La ventaja es que un gato se acostumbra muy bien a
un espacio pequeño, aunque todos necesiten hacer ejercicio. No hay
que sacarles a la calle, pero necesitan un cacharro con arena,
especial para ellos, que debe limpiarse con frecuencia para evitar
olores, que nos resultan desagradables a nosotros y a ellos (a nadie
le gusta entrar en un servicio sucio). Son animales muy limpios y
normalmente no hay que enseñarles, basta con ponerles en la arena
la primera vez y las siguientes irá él solito.
Se
les puede dejar puesta la comida todo el día, ellos van y picotean
de vez en cuando. Y siempre deben disponer de agua fresca
Un
rascador para gatos. Los
gatos deben acostumbrarse a afilarse las uñas en el rascador desde
pequeños.
Con
gatos, jugaremos a través de objetos e incitaremos a estimular su
instinto cazador, pero nunca directamente con nosotros, jamás
permitiremos que intente cazar nuestros pies descalzos, nuestros
dedos o nuestras manos.
Tanto
en gatos como en perros nunca permitiremos que mordisqueen nuestras
manos. Los juegos de cachorro es un aprendizaje para el animal
adulto. Si de cachorros aprenden que al morder nuestras manos,
nosotros las retiramos, en un futuro lo usarán para su propio
beneficio, pudiendo llegar a hacernos daño. El juego agresivo
incita a la rivalidad y ésta a su vez a la dominación.
El
profesional realizará una valoración general del animal, y también
las analíticas oportunas que nos aseguren un buen estado de salud.
No debe resultarnos raro, y sí muy correcto, que el veterinario nos
proponga antes de nada la realización de analíticas de leucemia e
inmunodeficiencia.